Tercera y última baraja. Aquí hay una ligera evolución tanto en dibujo como en atributos. Sin embargo, la extensión que llegó a adquirir la baraja se volvió contra sí misma. Demasiadas variables en cada carta que dificultan al jugador qué elegir (no tuve en cuenta que los demás no tenían porqué conocer tan bién -o nada- a los personajes como yo); dejar los dibujos en b/n (hay alguno a color que supuso un retroceso estético, pues volví a los rotuladores), o el deseo de querer aunar las tres barajas que hizo que incluyese en todas un nº en color verde que prevalecía sobre la numeración particular de cada baraja y permitía jugar con las tres a la vez.
Por último, añadí el lema "fallecido" con un sello de mi invención: rebajé una goma de borrar con un cútex, dejando en relieve esta palabra en espejo; de tampón usaba un bolígrafo con el que manchaba con paciencia el relieve, que después presionaba sobre el personaje en cuestión. En caso de empate durante el juego, el fallecido palmaba, claro.
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